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15 años de ataque contra la clase obrera y las capas populares

Estos días se cumplen 15 años desde que el gobierno socialdemócrata del PASOK anunció la activación del “mecanismo de apoyo” a la economía griega por parte de la UE y del FMI.
A esto lo siguieron tres acuerdos respectivos (memorandos) con la UE para “salvar” la economía griega que fueron acompañados de miles de leyes antipopulares a expensas de las capas obreras y populares. Incluían recortes dramáticos en salarios y pensiones, fuertes impuestos, el desmantelamiento de la Seguridad Social y de los convenios colectivos de trabajo, un feroz ataque a la acción sindical. Trajeron la quiebra masiva de trabajadores autónomos, pequeños comerciantes y campesinos pobres, la privatización de sectores cruciales, la financiación insuficiente y los cierres en los sectores de la sanidad y la educación.
Aquellas medidas dieron un respiro al capital para superar la crisis, recuperar su rentabilidad y blindar su competitividad. El objetivo de reactivar la economía capitalista mediante la intensificación de la explotación de la clase obrera y el estrangulamiento de los pequeños comerciantes y profesionales “unió” a todos sus representantes políticos.
El primer memorándum (2010) fue aprobado por el gobierno del PASOK y 172 diputados, el segundo memorándum (2012) fue aprobado por el gobierno de coalición de la ND, del PASOK y del LAOS de la extrema derecha y 199 diputados, y el tercer memorándum (2015) por el gobierno de coalición de SYRIZA de izquierdas y ANEL de la extrema derecha (un grupo que se escindió de la ND) y 222 diputados de todos los partidos burgueses.
La propia experiencia del pueblo confirmó lo que el KKE revelaba sobre las declaraciones de SYRIZA de izquierdas cuando reclamaba gobernar, invocando a “fórmulas económicas diferentes”.
Solo el KKE estuvo en posición de lucha contra las falsas ilusiones, la espera, el fatalismo y la resignación; se opuso a la corriente del llamado “frente anti-memorándum” que condujo al cambio de gobierno y al “gobierno de izquierda” de SYRIZA, fomentando falsas esperanzas en amplios sectores populares.
La postura del KKE contribuyó a mantener focos de resistencia y a evitar que predominara la resignación; a no quedarse el pueblo paralizado cuando se sintió “traicionado” por la postura del SYRIZA socialdemócrata en septiembre de 2015. Ayudó a las fuerzas obreras y populares a adoptar un ritmo militante más rápido, a organizar la lucha en los centros de trabajo y los sectores, a desarrollar justas reivindicaciones desde una mejor posición también en los años siguientes.
Hoy, el pueblo está llamado a creer en su fuerza, a pasar al contraataque, y avanzar por el camino que señala el KKE, el del derrocamiento del poder del capital, de la reivindicación de su propio poder y su propia economía, de la lucha por el socialismo que enviará las crisis, las guerras y la explotación al basurero de la historia.
28.04.2025