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Comunicado de Prensa del KKE sobre los trabajos del 16º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros en Ecuador
El 16º Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO) se celebró los días 13-15 de noviembre de 2015 en Guayaquil, Ecuador, con el tema: “El papel de los Partidos Comunistas y Obreros en la lucha contra el imperialismo y la explotación capitalista que generan las crisis y las guerras y propician el auge de las fuerzas fascistas y reaccionarias. Por los derechos de los trabajadores y los pueblos y por la emancipación nacional y social; por el Socialismo”.
En el encuentro participaron 49 partidos de 44 países. Además, muchos partidos que por diversas razones no pudieron asistir, enviaron contribuciones escritas y mensajes.
Los participantes rindieron honor al 92 aniversario de la huelga general en Guayaquil, que en el día 15 de noviembre de 1922 sufrió la represión estatal sangrienta por el ejército y la policía, que llevó a la masacre de miles de trabajadores en huelga. Este hecho fue conocido como “las cruces sobre el agua”. Durante los trabajos del encuentro, los representantes de los Partidos Comunistas y Obreros denunciaron el hecho de que hoy día en muchos países del mundo se continúan los asesinatos, las amenazas y los actos de intimidación contra los comunistas, sindicalistas y dirigentes del movimiento popular.
Además saludaron las luchas de los trabajadores en todo el mundo. Expresaron su solidaridad con los partidos comunistas y obreros que operan en condiciones de ilegalidad, que se enfrentan a la represión estatal, a la persecución anticomunista y las restricciones, así como su solidaridad con la clase obrera y con el pueblo de Ecuador, con las luchas de la clase obrera, de los trabajadores de la tierra, los campesinos, los jóvenes y las demás capas populares en toda América Latina por sus derechos, por el socialismo.
Los participantes confirmaron su solidaridad internacionalista con la Cuba socialista y con su pueblo y se comprometieron a escalar sus actividades por el levantamiento del bloqueo criminal de EE.UU., la abolición de la Posición Común de la UE y la reivindicación de los 5 cubanos con la puesta en libertad de todos los cubanos patriotas y su regreso seguro a su país.
Condenaron las amenazas y las intervenciones imperialistas continuas contra Venezuela y su pueblo.
Denunciaron la presencia militar de EE.UU., de la OTAN y de la UE en la región y exigieron el desmantelamiento de todas las bases extranjeras y en primer lugar la base ilegal de EE.UU. en Guantánamo.
Durante el encuentro se evaluó como necesario y actual intercambiar información y experiencia de la lucha de los partidos comunistas y obreros, el fortalecimiento y la mejora de la cooperación y de las acciones comunes y convergentes, el refuerzo del internacionalismo proletario, utilizando también en ello el proceso de los Encuentros Internacionales de Partidos Comunistas y Obreros.
En el encuentro se hizo una discusión fructífera en relación con el desarrollo de la crisis capitalista, el nuevo ordenamiento en el sistema imperialista internacional y la agudización de las contradicciones interimperialistas y los peligros de guerras e intervenciones imperialistas más amplias, el curso de la lucha de clases y las tareas que derivan de esto para los comunistas.
Los representantes de los partidos subrayaron el hecho de que la situación internacional sigue siendo caracterizada por la crisis capitalista actual, en muchas regiones del mundo. Se han confirmado las conclusiones de los encuentros internacionales anteriores acerca de la naturaleza y el desarrollo de la crisis, que se trata de una crisis de sobreproducción y sobreacumulación de capital que expresa la agudización de las contradicciones del capitalismo, sobre todo de su contradicción fundamental entre el carácter social de la producción y la apropiación privada. Esto pone de relieve el carácter históricamente anticuado del sistema capitalista.
Se lleva a cabo un nuevo ordenamiento en el sistema imperialista internacional cuyo rasgo característico es la retirada de EE.UU., de la UE, de Japón, mientras que potencias capitalistas emergentes van ganando terreno. Se están agudizando los antagonismos y las contradicciones sobre todo en el Mediterráneo Oriental, en el Golfo Pérsico, en el Mar Caspio, en África y en regiones en Pacífico Sur. La agresividad imperialista intensificada y la profundización de las contradicciones interimperialistas multiplican los focos de guerras así como el peligro de conflictos generalizados a nivel regional e internacional, tal como demuestran los acontecimientos en Ucrania, en el Mediterráneo Oriental, en el Oriente Medio etc.
Las dificultades en la gestión del capitalismo, sobre todo en la fase de la crisis refuerzan la agresividad del capital y de sus representantes políticos. Se está reforzando el autoritarismo, la represión estatal, el anticomunismo, el nacionalismo burgués y el chovinismo. Se eliminan derechos democráticos. Los sistemas políticos burgueses en su conjunto se ponen más reaccionarios, se intensifican las maniobras y los esfuerzos de fortalecer el poder de los monopolios. En este marco, mientras que el movimiento obrero revolucionario no haya iniciado el contraataque, están resurgiendo o se están reforzando las fuerzas y las tendencias fascistas que están plenamente utilizadas por las potencias imperialistas.
Muchos partidos advirtieron que las dificultades que sufren los trabajadores no terminarán en la fase del crecimiento capitalista –que posiblemente será débil– que seguirá a la recesión. La discusión y las disputas respecto la “recuperación” en los dos principales centros imperialistas (EE.UU. y UE) no tiene que ver con la situación de la clase obrera y de las capas populares sino con el aumento de la rentabilidad del capital. Independientemente de la forma de la gestión burguesa, el objetivo sigue siendo el aumento de la tasa de ganancia mediante la intensificación del nivel de explotación y la mayor concentración y centralización del capital.
Se subrayó la necesidad de que los Partidos Comunistas y Obreros se fortalezcan en primer lugar en los centros de trabajo, que se refuerza su intervención independiente y el movimiento obrero de orientación clasista. La necesidad de una intervención aún más decisiva en las luchas obreras y populares por los derechos laborales, sociales, democráticos y soberanos, así como por el aumento de la organización de la clase obrera, la promoción de su alianza con las demás capas populares, la atención particular a los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes.
Además, se destacó la necesidad de intensificar la lucha ideológica contra la ideología burguesa, la confrontación decisiva del fascismo que nace en el seno del sistema capitalista explotador, el aislamiento de los partidos fascistas y reaccionarios por el movimiento obrero y popular organizado.
En el 16º Encuentro Internacional continuó la discusión en torno a los diversos enfoques estratégicos que existen entre los partidos comunistas y obreros en relación con la lucha por el socialismo, los criterios y la dirección de la política de alianzas, su postura frente a las uniones interestatales regionales capitalistas, la dirección de la propuesta política de los comunistas, el carácter y el papel del poder obrero.
Para algunos partidos el imperialismo coincide con los EE.UU. y, como fue destacado por varios partidos comunistas, no toman en cuenta el sistema imperialista internacional y sus uniones en conjunto, así como las diversas contradicciones y antagonismos interimperialistas que provocan nuevas intervenciones y guerras en varias regiones del mundo, con el peligro existente de una nueva guerra imperialista generalizada.
Lo mismo se puede decir acerca de la posición de un mundo “multipolar” que fue exaltado por algunos partidos que, según señalaron, no toma en cuenta la esencia clasista de los Estados capitalistas y sobre todo de los Estados capitalistas fuertes que intervienen en el escenario internacional teniendo como criterio los intereses de sus monopolios y que por supuesto no pueden expresar los intereses del pueblo.
Además, algunos partidos siguen teniendo posiciones erróneas sobre las verdaderas causas y la esencia de la crisis capitalista, mientras que el KKE y otros partidos hablaron de la crisis capitalista de sobreacumulación, de sobreproducción de capital que expresa la agudización de la contradicción fundamental del capitalismo.
Además, el KKE y un número significativo de partidos dejaron claro en sus discursos que el “neoliberalismo”, que se utiliza erróneamente, limita la crítica a una de las dos versiones de administración básicas. Esto tiene como resultado la exoneración de la administración socialdemócrata, del carácter clasista antipopular del capitalismo y de las leyes económicas que lo rigen.
Se hizo además una discusión particular respecto los acontecimientos en América Latina, los “gobiernos progresistas”, las uniones interestatales que se establecen. Sobre estos asuntos había posiciones diferentes acerca de la esencia clasista de la base económica, el papel de los monopolios, el carácter clasista del Estado y del poder burgués, la posición que ocupan los Estados y las uniones capitalistas en el sistema imperialista internacional etc. La percepción del “progresismo” así como el análisis que embellece el carácter de las uniones interestatales es el vehículo para la promoción de la posición oportunista acerca de la “humanización” del capitalismo, que termina por promover la utopía de democratización del Estado burgués, así como del llamado “socialismo del siglo 21”.
El KKE y otros partidos concluyeron en la evaluación de que la percepción de algunos partidos respecto una “etapa intermedia” entre el capitalismo y el socialismo es un error, porque de esta manera la solución a los problemas de la clase obrera y los demás sectores populares, la satisfacción de las necesidades del pueblo se buscan en vano en el terreno del capitalismo. Esto, como fue señalado, tiene un impacto negativo en la lucha por el socialismo, por el poder obrero, por la resolución de la contradicción principal entre capital y trabajo. Esta lucha consecuente, mas allá del “etapismo”, no sólo no obstaculiza la lucha cotidiana para conquistas parciales y para el alivio de los trabajadores sino al contrario, la fortalece y protege contra ilusiones peligrosas y estrategias que pretenden asimilar al movimiento en el marco de la barbarie capitalista.
El KKE y los demás partidos destacaron la necesidad de confrontar la socialdemocracia y fortalecer el frente ideológico y político contra el oportunismo. Destacaron que sólo el socialismo, que se rige por leyes científicas y no se puede confundir con los procesos electorales burgueses, es la solución alternativa real a favor de los trabajadores que sufren las consecuencias trágicas del capitalismo, de las crisis y de las guerras que provoca. Sólo el socialismo lleva a la salida de la crisis y responde a las necesidades populares crecientes.
Se destacó que en este sentido se deben recalcar las experiencias positivas y los logros de la construcción socialista y su importancia para los pueblos y al mismo tiempo que los partidos comunistas deben sacar lecciones de los errores, de las desviaciones y las distorsiones en contradicción con los principios básicos y las leyes de construcción del socialismo.
Por supueseto, los diversos enfoques sobre temas significativos requieren una mayor y más profunda discusión. Esto no impidió el encuentro internacional de este año, como todos los años, a concluir en algunos ejes de acciones comunes y convergentes de los partidos comunistas y obreros para el próximo año en apoyo de luchas obreras por los derechos laborales, sociales y democráticos de los trabajadores, contra el anticomunismo, contra las guerras imperialistas, para conmemorar el 70 aniversario de la Victoria Antifascista etc., que se describen concretamente en el Texto de las Acciones Comunes.