La implicación directa de EE.UU. y el ataque con bombas de gran potencia contra Irán es un paso de escalada de la guerra imperialista no sólo en Oriente Medio sino en todo el mundo. Después de Irak, Afganistán, Siria, Palestina, etc., EE.UU. y sus aliados están ensangrentando otro país de Oriente Medio para imponer sus planes y ganar "puntos" en la batalla por la supremacía en el sistema imperialista mundial. Este es el objetivo al que sirve la administración Trump, contrariamente a lo que han estado diciendo varios portavoces domésticos, que supuestamente sería un "agente de paz".
La justificación del ataque en nombre de la "seguridad" y del "programa nuclear de Irán" no tiene nada que ver con los objetivos reales. Se trata de los consabidos pretextos que se han utilizado durante décadas para justificar este tipo de ataques, como ocurrió en el pasado con las armas de destrucción masiva en Irak que nunca se encontraron.

Tras este ataque, el curso de la generalización de la guerra imperialista adquiere ahora nuevas dimensiones, posiblemente irreversibles. Cualquiera que sea el desarrollo en esta etapa, lo cierto es que el conflicto entre el bloque EE.UU.-OTAN y el bloque euroasiático que se está formando está adquiriendo características nuevas y más elevadas.

El gobierno de la ND tiene
grandes e históricas responsabilidades. Con el apoyo esencialmente de los demás partidos del euro-atlanticismo, ha implicado al país en un "dominó" de conflictos sin fin. Ha adoptado todos los pretextos para la guerra y está a la vanguardia de peligrosos planes belicistas, especialmente a través de las bases de EE.UU.-OTAN en Grecia y el despliegue de fuerzas militares griegas en las zonas de guerra. Convierte al pueblo y al país en objetivo de represalias, como demuestran las amenazas de Irán de que cualquier "fuerza militar estadounidense en la región es un objetivo de represalias". Este era, por otra parte, el sentido de los preparativos en el Ministerio de Defensa Nacional el otro día para la "protección antimisiles del país".

Ninguna confianza en el gobierno de preparación e implicación en la guerra. Grecia fuera de la guerra. Que suene ya la alarma. El gobierno no tiene derecho ni autoridad del pueblo griego para arrastrarlo a aventuras tan peligrosas. La lucha debe fortalecerse, adquirir características más masivas y combativas, abarcar todas las organizaciones de los trabajadores, el pueblo y la juventud. Exigimos la inmediata desvinculación del país de los planes de guerra de EE.UU.-OTAN-UE-Israel, el cese de toda cooperación con el Estado asesino de Israel, el cierre de las bases de EE.UU.-OTAN en el país, el regreso de la fragata griega del Mar Rojo y del sistema de misiles de Arabia Saudí.

La Oficina de Prensa del CC del KKE

22.06.2025