En los últimos 7 años Grecia vive una profunda crisis económica, inherente al propio capitalismo e independientemente de su administración política. Todos esos años el gobierno burgués se ha ejercido por todo tipo de fuerzas políticas: liberales, socialdemócratas, llamadas «de izquierda», pero de todas maneras el resultado ha sido siempre doloroso para el pueblo y en favor de los intereses de los grandes grupos empresariales.

Desde el año 2008, Grecia, un país de 11 millones de habitantes, presenta una pérdida en el PIB de 25%, mientras el desempleo oficial supera el 25%. El mayor porcentaje de desempleo, o sea el 62,81%, se registra en las edades entre 30 y 54 años. Se generalizan las relaciones laborales precarias, el trabajo sin seguro social, como también el no pago. Las pensiones se recortan cada año aún más, y los años de jubilación se aumentan. La educación y la salud se han entregado en gran medida a los empresarios que sacan inmensas ganancias. El porcentaje de la población griega que vive debajo de los «límites oficiales de pobreza» es de 36%. Y si se añade también el número de aquellos que reciben un subsidio ínfimo, el porcentaje llegaría al 52,2%. Al mismo tiempo, los grupos griegos cotizados en la bolsa de valores han anunciado para los primeros 6 meses de 2015 un incremento de sus ganancias de un 291%, mientras el capital griego de los armadores se mantiene en la 1ra o 2da posición a nivel mundial.

Los 7 meses de gobierno de SYRIZA-ANEL han conducido a un 3r memorándum con las instituciones imperialistas, que contiene nuevas medidas antipopulares duras manteniendo las anteriores. 

En las elecciones nacionales que se realizaron el 20 de septiembre, fuerzas obreras populares que en los años anteriores lucharon contra las medidas antipopulares y los memorándums, defendieron una aplicación supuestamente más «justa» y «suave». Mientras, una gran parte del pueblo eligió la abstención, que en gran medida expresa un descontento hacia el sistema político burgués, un sentimiento de indignación o, incluso, de decepción por partes de trabajadores y la juventud, pero también de conciliación y pasividad hacia la política y las causas que la generan. Ese hecho fue una contribución valiosa al sistema político burgués por SYRIZA, la soscialdemocracia de nuevo corte y por su co-gobierno con los nacionalistas de ANEL, a través de las ilusiones que creó.

Dentro de esa correlación de fuerzas clasista negativa, el retroceso general del movimiento obrero-popular, en condiciones de profunda crisis económica capitalista, el KKE recibió un porcentaje de 5,55% (de 5,47% que tenía) y mantuvo sus 15 diputados.

Los demás partidos burgueses, como la Nueva Democracia, PASOK, El Río, que protagonizaron la promoción y apoyo de la política antipopular, se presentan hoy con la aprobación de las medidas antipopulares por el gobierno SYRIZA-ANEL como supuestamente absueltos de su insistencia en el único camino del ataque antipopular que se ha trazado por los monopolios, la UE. Es negativo también el hecho que el Amanecer Dorado criminal y nazista ha conformado una influencia política firme, como entre otras cosas lo incentiva el gran capital y aparatos estatales. La escición de SYRIZA («Unidad Popular») que promovió un programa socialdemócrata con el regreso a la moneda nacional como punta, se quedó fuera del Parlamento.

El nuevo gobierno de colaboración entre SYRIZA-ANELva ya avanzando y seguirá su camino de aplicación de las medidas antipopulares. Además, el gobierno asume un papel activo en los planes de la OTAN, con ejercicios militares con los Estados Unidos e Israel, aprovechando los pretextos sobre «la lucha contra el terrorismo», etc. En esta situación candente en el Oriente Medio, en el Mediterráneo Suroriental y en África del Norte, Grecia ha recibido en su territorio como país receptor, a causa de las guerras imperialistas, a centenares de miles de refugiados e inmigrantes, sobre todo de Siria. El KKE se ha declarado en contra de la política represiva de la UE y se ha puesto al lado de los refugiados, reivindicando medidas para su salud, seguridad y facilitación de transporte a los países de destino, así como para que termine la implicación de nuestro país en los planes imperialistas de los Estados Unidos, la OTAN y la UE, que crean esas olas migratorias.

En el próximo tiempo, el KKE seguirá dando batallas por los problemas candentes que tienen que ver con la totalidad de la clase obrera, las capas populares, y contribuirá con todas sus fuerzas a la organización del contraataque popular por el movimiento obrero en una dirección antimonopolista y anticapitalista.

Ya por iniciativa del PAME y las demás fuerzas de la Alianza Popular (agrupaciones dentro del campesinado, los autónomos de la ciudad, las mujeres y la juventud) se han desarrollado movilizaciones combativas, por ejemplo el 15 de octubre fuera del Parlamento, ocupación y concentración en el Ministerio de Trabajo, manifestación el 22 de octubre en decenas de ciudades, mientras se va preparando la gran huelga para el 12 de noviembre en toda Grecia.